Un futuro justo para las mujeres: El legado de IDM
La desigualdad de género y la violencia de género son amenazas generalizadas y persistentes para el progreso que afectan no sólo a mujeres y niñas, sino también a sus familias y comunidades. Guatemala se enfrenta a altos índices de violencia basada en género (VBG), así como a altos índices de impunidad, ya que sólo el 2% de los casos judiciales acaban en condena. Los servicios para las sobrevivientes son limitados, y las mujeres y niñas indígenas de las zonas rurales corren un riesgo especialmente alto de sufrir violencia debido a las barreras lingüísticas, económicas y geográficas que les impiden acceder a los recursos.
La Iniciativa de los Derechos de la Mujer (IDM) está abordando estos retos en la región Maya-Kaqchikel de Guatemala. Fundada en 2011, la IDM mejora la vida de las mujeres y niñas indígenas a través de la educación, el acceso a servicios legales y la prevención de la violencia de género. Nuestro enfoque impulsado por la comunidad empodera a las mujeres y niñas indígenas con el conocimiento y las herramientas para convertirse en líderes y agentes de cambio que rompen los ciclos intergeneracionales de violencia, participan en los espacios públicos y contribuyen de manera significativa a las comunidades prósperas.
En la actualidad, IDM lleva a cabo programas en 85 comunidades de la región maya kaqchikel de Guatemala y comparte su metodología con organizaciones asociadas de tres países. Nuestra metodología de empoderamiento legal aprovecha el poder transformador de la ley, utilizando los marcos legales existentes para promover la justicia, al tiempo que aborda las barreras sistémicas a las que se enfrentan las mujeres indígenas. Combinamos la educación en derechos con la prestación de servicios legales móviles para capacitar a las mujeres indígenas de las zonas rurales para que conozcan y utilicen la ley. Al ofrecer programas culturalmente sensibles diseñados por mujeres maya kaqchikeles y ofrecidos en el idioma local, IDM va al encuentro de las mujeres y las comunidades allí donde están y responde a sus necesidades.
Al cambiar las normas sociales perjudiciales y mejorar la capacidad del sistema judicial para responder a la violencia, IDM proporciona soluciones duraderas a nivel individual, familiar y comunitario.
Hasta la fecha, más de 10.000 mujeres y niñas han participado en programas de IDM. Más de 50 mil personas se han beneficiado directamente de nuestro trabajo y más de 150 mil lo han hecho indirectamente.
Acabamos de lanzar nuestro ambicioso plan estratégico, Un mejor futuro para las mujeres: invertir en el legado de la IDM, y nuestra visión para los próximos años es ambiciosa. Para 2027, llegaremos a 500 mil personas, triplicando con creces nuestro impacto. Vamos a duplicar nuestra cobertura en la región a través de nuestra programación basada en la evidencia, mientras continuamos adaptando y compartiendo nuestra metodología probada con organizaciones de base comunitaria en toda América Central.
IDM está construyendo un futuro justo invirtiendo en el potencial transformador de las mujeres y las niñas. Sabemos que cuando las mujeres y las niñas están empoderadas y pueden vivir libres de violencia, se convierten en catalizadoras del cambio en sus comunidades y construyen futuros más brillantes, seguros y equitativos para la próxima generación.