La moringa es un árbol fantástico con propiedades inigualables en sus hojas, flores y raíces. En la medicina India se indicaba que la moringa se utilizaba como remedio para más de 300 enfermedades.
Sus propiedades:
Las hojas del árbol de moringa poseen una gran cantidad de propiedades, además de proteínas, minerales (como hierro, fósforo, potasio, calcio y ácidos grasos esenciales), vitaminas A, C y parte del complejo B. De hecho, las hojas contienen una mayor proporción de vitamina C que la naranja y más vitamina A que las zanahorias. Curiosamente, también aporta más calcio que la leche de vaca y tanto potasio como los plátanos.
Con base en estudios realizados, una pequeña cantidad de las hojas del árbol de moringa, específicamente las puntas, son capaces de aportar hasta el 23 por ciento del valor diario recomendado de ingesta de vitamina A y hasta el 18 por ciento de vitamina C. Las hojas pueden ingerirse crudas al tratarse como vegetales y así convertirse en un ingrediente muy nutritivo para sazonar y llenar de nutrición las ensaladas y las sopas.
Las semillas se pueden sacar de la vaina y se pueden consumir (aún tostadas) y las hojas se pueden añadir a ensaladas o a cualquier plato al final de su preparación. Las raíces se pueden moler y hacer infusiones y las flores también se pueden aprovechar para ser añadidas a ensaladas o platos templados o fríos.
El título del árbol de la eterna juventud no es exagerado a que la moringa tiene muchísimas propiedades benéficas para el organismo.