Las leyendas populares de Guatemala son, en verdad, algo fantástico. Están llenas de misticismo, tradiciones y desenlaces inesperados. Es por ello que te invitamos a conocer varias de ellas.
El Sombrerón:
Ilustración por Elvira Méndez
Quienes lo han visto, dicen haberse maravillado por su asombrosa voz al cantar. Pequeño de estatura, todo vestido de negro, con botas de tacón y un gran sombrero; que le ha dado su famoso nombre a esta leyenda, conocida como el Sombrerón.
Este diminuto ser, recorre las calles de Guatemala por las noches de luna llena; buscando mujeres para enamorar con su voz y para hacerles trenzas en el pelo. Es travieso, y llega a las fincas, en donde lo escuchan montar caballos; a quienes también les hace trenzas en sus colas.
Si se gana a una mujer o un caballo con sus encantos, estos mueren; es necesario cortar el pelo para evitar que El Sombrerón regrese todas las noches a ganárselos.
El Cadejo:
Ilustración por Elvira Méndez
Cuenta la leyenda que hay dos Cadejos, uno que toma la forma de un perro negro y otro toma la forma de un perro blanco. El perro negro es el encargado de cuidar el paso de los ebrios, que caminan de noche hacia su casa. Este no se separa de ellos hasta que llegan sanos y salvos a su destino final. El animal blanco cuida de mujeres y niños.
Aunque el negro protege a borrachos, no es bueno; es un ser maligno, mientras el blanco es benigno. Por lo que hay que tener cuidado. Si la persona ebria es mala de sentimientos, no lo cuidará el cadejo.
La Tatuana:
Fue una mujer que hace muchos años vivió en Guatemala. La leyenda cuenta que era mulata, joven y bella. Fue criticada por su forma de vivir y de disfrutar de la vida; fue juzgada por ello y la condenaron de ser una bruja, que con magia negra hechizaba a los hombres, quienes se perdían en vicios.
Ilustración por Rodolfo de León
La leyenda cuenta que ella fue encarcelada en un cuarto pequeño, sola, sin contacto con humanos; poco a poco se fue volviendo loca en esa celda. Hizo un pacto con el diablo, dibujó un barco en la pared y así escapó y nunca se supo nada de ella.
La Siguanaba:
La Siguanaba es una de las leyendas más famosas de Guatemala y es protagonista de muchas historias de miedo; hay quienes dicen que ella solamente se les aparece a hombres infieles y otros dicen que la ven los hombres que andan solos por la noche caminando.
Ilustración por Rodolfo de León
Los hombres la siguen con sus encantos y ella los lleva a un barranco donde mueren, otra versión de esta leyenda es que ella los atrae mientras se baña desnuda en las fuentes; ya estando cerca les enseña su cara de caballo, sus ojos rojos, piel arrugada y una risa aterradora. Así los hechiza y estos mueren lentamente. Para que los hombres no mueran por sus embrujos, deben morder una cruz y así se libran del hechizo.
La Llorona:
Ilustración por Elvira Méndez
Cerca de los ríos, de pilas o fuentes; hay personas que han escuchado un grito tan estremecedor, que la piel se eriza, los pies se vuelven pesados y de repente, una mujer en vestido blanco aparece caminando. Es La Llorona, muy conocida en las leyendas populares por haber matado a sus hijos y luego suicidado.
Como castigo divino su alma no descansa, camina por las calles gritando: ¡Ay mis hijos!. Si la ves por el Tanque de la Unión, que es su lugar favorito, te aseguro que no podrás correr, la piel se te erizará y vas a verla desaparecer en el agua de forma lenta.
