Clases de cocina en Chocomuseo:

Si visitas La Antigua Guatemala, una de las mejores experiencias que debes tener es tomar una clase de cocina en ChocoMuseo.

Nuestro grupo vivió momentos divertidos e informativos con el chef Marvin y su ayudante Carlos. Nuestra misión era preparar uno de los platillos guatemaltecos más famosos, el Pepián. Marvin explicó la historia detrás de su nombre. Tiene su origen en una ciudad cercana a La Antigua llamada Chimaltenango y sus orígenes se pueden remontar a la época prehispánica. ¡El Pepián ahora es ampliamente considerado el plato nacional de Guatemala!

El Proceso

Delantales, peladores y cuchillos en mano, picamos cebollas y pelamos papas. Luego hicimos el caldo añadiendo el pollo con cilantro fresco. A continuación, freímos el ajonjolí y calabaza, añadiendo chiles secos y tomate. Un rápido zumbido en la licuadora y finalmente agregamos esta mezcla burbujeante al caldo y vino a nosotros una fragancia increíble ¡nos dio hambre!

Luego tuvimos tiempo para una degustación de ron. Primero, un muy buen Ron Botrán y después el mejor ron de Guatemala: Zacapa Centenario de 23 años. Marvin explicó que estos rones no deben tomarse mezclados con soda, ¡Solo deberían beberse limpios o en las rocas!

Luego, Marvin nos explicó cómo hacer tortillas a mano. Bueno, él lo hizo ver tan fácil, acariciándolas de mano en mano y luego poniéndolas en el apaste. ¡Las nuestras no se veían tan bien pero estaban deliciosas!

Frutas Tropicales

Siguió una cata de frutas tropicales, ¡algunas de las frutas que probamos solo se pueden encontrar en Guatemala! Marvin explicó cómo cortar y comer estas frutas. Probamos la tuna (¡no el pescado!), mamey, paterna, pitaya y chico. ¡Cada uno de nosotros encontró una fruta favorita!

El postre

La clase de cocina continuó con la preparación del postre. ¡Rellenitos de plátano llenos de chocolate! Cortamos los plátanos, luego con las pieles puestas, los hervimos en agua y agregamos clavos, canela, azúcar y un poco de sal durante quince minutos. Sin pieles, Marvin estableció una competencia para ver quién podía aplastar a los plátanos y dejar una consistencia más suave. Tristemente, ¡no me gané ese premio y era chocolate! Una vez que se enfrió, enrollamos el puré en bolas e insertamos el chocolate derretido. Luego fueron fritos hasta que se tornaron de un color marrón dorado.

Finalmente, sintiéndonos como chefs experimentados, nos sentamos juntos para disfrutar de la comida que ya habíamos preparado. Comenzando con tostadas con guacamol, luego el pepián con arroz y verduras y luego los deliciosos rellenitos. Ah, y por cierto, ¡esto incluía un montón de vino y cerveza!

Mañana, he reservado un espacio para mí en el tour del mercado de ChocoMuseo. Hay mucho por descubrir; ¡No puedo esperar!