Nos hemos dado cuenta que hay un arte detrás de las catas de vino, especialmente si esto es el resultado de hacerlo sin poder ver un solo detalle de la botella. Para catar un vino se necesitan muchas cosas, pero las más importantes son la vista, el aroma y el sabor del vino.
Vino a Ciegas:
Puede parecer que es una moda porque hoy en día todos parecen estarlo haciendo, pero si nos preguntas, creemos que las catas a ciegas están aquí para quedarse. Probar un vino a ciegas es una de las mejores maneras de comprender un vino y así poder formar tu propia opinión acerca del vino en cuestión (sin el prejuicio de la etiqueta, del costo o incluso de los recuerdos de experiencias pasadas con un cierto vino). Puede que también te gusten las catas a ciegas dobles, es decir, que no sabrás nada acerca del vino (ni quién lo hace ni el origen) antes de que se te sirva.
Probar un vino a ciegas te permite concentrarte en el vino y en el vino nada más. Si ya conoces el origen del vino, entonces puedes intentar identificar los aromas y sabores presentes en el vino.
A primera vista, el color, la pigmentación y la viscosidad del vino va a darte la primera cantidad de información útil. Los vinos son distintos, especialmente por su color. La variedad de las uvas utilizadas para producir un vino en específico va a determinar su color. De claro a dorado, de un naranja tipo albaricoque a rojo y de un morado a casi negro, el color de un vino te dice más de lo que imaginas acerca de su marca y origen.
¿Qué pasa con la viscosidad?
Puedes saber mucho de un vino gracias al nivel de viscosidad que se pueda apreciar en el, especialmente en la forma en que se queda en el lado del vidrio. Un vino que tiene un alto nivel de viscosidad, tendrá una mayor cantidad de azúcar (debido a la glicerina). La viscosidad también te ayudará a conocer más sobre el nivel de alcohol en el vino. Cuanto mayor sea el grado de alcohol, más notables serán las piernas. Cuando hablamos de piernas, nos referimos a las líneas de líquido que se forman en la copa y que pareciera que se arrastran de nuevo hacia el resto del vino después de que hemos movido la copa.
¿Qué es lo siguiente?
El pigmento y el aroma. Por lo general, los vinos blancos van tornándose un color más intenso a medida que envejecen. Los vinos tintos pierden el color a medida que envejecen. En cuanto al aroma del vino, pues bueno, esto es un poco más complicado. Tu paladar puede diferenciar 5 sabores diferentes y tu nariz puede identificar más de 160 aromas diferentes (y hasta 180). El aroma del vino será el factor más importante para determinar qué tipo de vino que es. Incluso cuando ya hayas probado una buena cantidad de vinos, la experiencia que adquieras y la práctica te ayudará a discernir aún mejor.
No te preocupes demasiado por todo esto. Recuerda que la idea es divertirte y aprender cosas nuevas. Un vino que tiene un solo sabor o un aroma se conoce como un vino simple, mientras que los vinos con muchos sabores y aromas se consideran como vinos complejos. La complejidad es un signo de calidad. Estas son buenas pistas para saber más acerca del origen, el estilo del vino y de la edad.
Al final, todas las piezas del rompecabezas encajarán. Recuerda que hacer una evaluación correcta de cualquier vino nunca es fácil. A veces, vas a equivocarte. A veces te irá bien (y vas a sentirte como el rey del mundo). A medida que adquieras más y más experiencia, podrás sorprenderte.