Camino Seguro Celebra 25 Años de Impacto en Guatemala
Ciudad de Guatemala, Guatemala, [Fecha]—Hace veinticinco años, las comunidades que rodeaban el basurero municipal de la Ciudad de Guatemala estaban aisladas del mundo exterior y enfrentaban algunas de las condiciones de vida más difíciles, no solo en Guatemala, sino en toda América Latina. Cuando la fundadora de Camino Seguro, Hanley Denning, visitó el basurero por primera vez en 1999, no pudo ignorar lo que vio. Su decisión de llamar a sus padres en Maine y pedirles que vendieran sus pertenencias para enviarle los fondos a Guatemala marcó el inicio de una historia de transformación hermosa, cuyas ondas de amor, generosidad y cambio han alcanzado todo el mundo.
Durante los últimos 25 años, Camino Seguro y las comunidades a las que sirve han evolucionado constantemente a través de la evaluación continua, el análisis y el compromiso de personas dedicadas de Guatemala y de todo el mundo. Hoy, Camino Seguro es una comunidad educativa de jornada completa con un enfoque holístico, que ofrece a 550 estudiantes cada año una de las educaciones de mayor calidad en Guatemala. Los estudiantes reciben cuatro comidas y refrigerios saludables al día, acceso a servicios de salud preventiva y atención médica, trabajadores sociales y psicólogos en cada edificio, prácticas diarias de mindfulness y meditación, clases de inglés y kaqchikel (idioma maya), formación en tecnología y STEAM, y educación en salud sexual y reproductiva.
Safe Passage serves over 3,000 community members annually and has become a catalyst for hundreds of families to break the cycle of poverty within one generation.
Anualmente, Camino Seguro atiende a más de 3,000 miembros de la comunidad y se ha convertido en un catalizador para que cientos de familias rompan el ciclo de pobreza en una sola generación.
Sin embargo, esto no significa que las comunidades que rodean el basurero hayan dejado de enfrentar algunas de las tasas más altas de pobreza, violencia y discriminación del país. Las condiciones en el sector son extremadamente difíciles y, como ocurre en muchas comunidades mayoritariamente indígenas mayas en Guatemala, los servicios gubernamentales y la inversión pública son insuficientes y desigual. Los trabajadores informales pagan a la municipalidad por el derecho de ingresar al basurero y recolectar los materiales reciclables y desechos con los que sus familias sobreviven. La violencia de pandillas alcanza las tasas más altas de América, y la comunidad enfrenta violencia, trauma y contaminación ambiental inimaginables. Las familias que realizan el trabajo ambiental más importante de la Ciudad de Guatemala—reciclar y reducir los residuos que ingresan al vertedero—son explotadas y maltratadas.
Y, aun dentro de este ecosistema complejo, hay belleza, fortaleza y años de poderoso desarrollo comunitario. “En estos 25 años, Camino Seguro ha sido testigo de transformaciones significativas en la comunidad”, destaca Erin Mooney, Directora Ejecutiva de la organización. “Nuestros estudiantes llegan más preparados para aprender que nunca, gracias a las inversiones sostenidas en educación, salud y desarrollo comunitario por parte de Camino Seguro, los líderes comunitarios y muchas organizaciones aliadas. Esta base nos permite ofrecer una educación excepcional, preparar a nuestros graduados para enfrentar desafíos sistémicos y aprovechar oportunidades para el futuro. Los estudiantes se están graduando con una base académica sólida, motivación intrínseca y liderazgo para triunfar en la universidad, el trabajo o cualquier sueño que tengan. Muchos de ellos sueñan con transformar las inequidades sistémicas”.
Veinticinco años después de su fundación y dieciocho años después de la trágica muerte de Hanley, Camino Seguro sigue desafiando las probabilidades y las barreras sistémicas que enfrentan sus comunidades. A medida que la organización y sus estudiantes evolucionan, muchos se expresan como agentes de cambio y transformadores del destino de sus familias, comunidades y de Guatemala. Están abriendo el camino a la transformación de su propio futuro, como compartió un reciente graduado: “Somos personas de cambio”.
Camino Seguro invita a personas de todo el mundo a unirse a este camino. Las contribuciones financieras individuales, las alianzas corporativas y las subvenciones permiten sostener esta misión vital. Al celebrar 25 años de impacto y transformación, Camino Seguro sigue guiándose por las palabras de Hanley: «Tenemos trabajo por hacer«. Para unirse a esta causa, visite el sitio de web comuníquese con Rachel Meyn Ugarte, Directora de Desarrollo, en [email protected], o para coordinar una visita al campus, escriba a [email protected].